Subiendo por la carretera del Doll (Une Balaguer con Cellers pasando por Camarasa), nos encontramos lugares dignos de una parada y un safari fotográfico, como las "icnitas" de dinosaurio en Camarasa, los "riple-marks" en el desvío hacia Ager, la gran pared de Terradets con 500 metros de caida (paraiso de escaladores), el hechizante lago de Cellers, en su momento el "árbol mágico" ubicado en el Hostal del Lago... y no nos olvidemos de un precioso monumento situado en la Baronía de Sant Oïsme...
...una escalera de caracol nos llevaba a lo alto de la torre con un mirador de expléndidas vistas...
...en las cercanías, y formando parte del complejo monumental, se encuentra la Iglesia de Sant Bartomeu, románica, de una sola nave, con cabecera tripartita y coronada con un "cimborrio" a modo de torrecita lombarda. En la cara norte posee una sencilla puerta con arco de medio punto.
...tras la visita una grata estancia en el lago de Cellers sirvió para elevarnos al nirvana de la relajación...
...al fondo aparecía timidamente el Pirineo.
...antes de visitar el conjunto monumental, una buena comidita en el Restaurant de la Baronía, con nuestros buenos amigos Jaume, Teresa y Juan Ramón...
...tras la comida, las diferentes piezas de un entorno histórico de finales del Siglo XI quedaban a pocos metros...
...tras la comida, las diferentes piezas de un entorno histórico de finales del Siglo XI quedaban a pocos metros...
Lo que más resaltaba en un primer encuentro eran los restos del Castell de Sant Oïsme, con una torre troncocónica de 420 cm. de diámetro en la base y una altura de 14 metros, también se conservaba una fachada y restos de una planta rectangular.
...una escalera de caracol nos llevaba a lo alto de la torre con un mirador de expléndidas vistas...
...en las cercanías, y formando parte del complejo monumental, se encuentra la Iglesia de Sant Bartomeu, románica, de una sola nave, con cabecera tripartita y coronada con un "cimborrio" a modo de torrecita lombarda. En la cara norte posee una sencilla puerta con arco de medio punto.
...tras la visita una grata estancia en el lago de Cellers sirvió para elevarnos al nirvana de la relajación...
...al fondo aparecía timidamente el Pirineo.
2 comentarios:
Alguna de estas hermosas fotos despide un agradable olor a resina fresca. La última de esta serie me encanta y en primavera mejora, si cabe.
Subiéndo a la torre te sientes como un señor medieval oteando la torre vecina en busca de noticias frescas.
Me imagino a ese señor medieval mirando en dirección al aquelarre de Cervera,(es esta noche)...y gritando: "NO HAY MOROS EN LA COSTA"... era un barón muy adelantado en su tiempo, pues aun no había sido creado el mar en la Segarra... Jeje. Un abrazo.
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