focs del equinochi
La romántica idea del "arca de Noé" surcando los océanos, no es tan descabellada cuando pensamos en el viaje a Marte. Para "depositar" humanos en la superficie del planeta rojo sería necesario todo un protocolo de preparativos y entrenamientos a los futuros colonos de las primeras misiones, que en su mayoría serían exclusivamente científicos...
El objetivo final sería conseguir hacer "nacer" el primer humano en el planeta, dígase el primer marciano.
Ya en la década de los setenta, Rusia empezó a construir ecosistemas pseudocerrados que albergaran una vida autosuficiente en su interior, en uno de ellos, el BIOS 3 , se consiguió aislar durante 180 días a tres humanos, aunque la "autosuficiencia" no era del todo correcta, puesto que la energía eléctrica y algunos alimentos se importaban desde el exterior, aunque el agua se reciclaba, y el equilibrio entre oxígeno y dióxido de carbono se mantenía por la acción de las algas.
Años después, hacia 1991 se construyó en Arizona la BIOSFERA 2.
Se trataba de un gigantesco ecosistema cerrado, herméticamente aislado del exterior. La estructura, envuelta en vidrio dió cabida a 3800 especies diferentes de animales y plantas, incluyendo un equipo de científicos en su interior.
Entre 1991 y 1993 albergó a 8 personas en su interior, aunque los problemas eran acumulativos, los niveles de oxígeno bajaron peligrosamente, el agua se contaminó y los alimentos no llegaban a la necesidad de consumo y todo ello agravado por las dificultades en la convivencia... y tuvieron que abrir puertas.
Una segunda misión en el 1994 duró seis meses, aunque ya carecía casi de rigor científico y era como una atracción de feria. Hoy el macrocomplejo aparenta las ruinas de un parque temático algo recompuesto.
Otro gran proyecto inspirado en el desarrrollo sostenible fue EDEN, construido en Inglaterra.
Se trata de un auténtico parque temático que bajo unas cúpulas geodésicas alberga dos ambientes diferenciados, uno tropical y el otro mediterráneo.
Es una auténtica "arca de Noé botánica", aunque sin objetivo científico claro con vistas al desembarco marciano.
En algunos parajes de nuestro planeta nos podemos encontrar con auténticas obras de la ingeniería natural, capaces de "crear" unos miniambientes pseudoaislados del exterior y totalmente equilibrados y autosuficientes. Una de estas maravillas es el crater NGORONGORO en Tanzania. Se trata del cráter de un volcan inactivo cuyas altísimas paredes han creado un micromundo en su interior, dando cobijo a unos 25.000 animales.
Conviven en un claro equilibrio monos, serpientes, antílopes, avestruces, rinocerontes, leones, jirafas, elefantes... en unas ubicaciones muy definidas como si de un auténtico zoológico se tratase.
Ya en la actualidad nos encontramos con interesantes proyectos como el MELISSA.
El objetivo principal de este proyecto es la recuperación de biomasa comestible a partir de los residuos, algo así como una importante industría de reciclaje ubicada en una pseudonave espacial, capaz de reutilizar todos los restos, incluidos heces y orinas en materia reaprovechable.
El objetivo final sería conseguir hacer "nacer" el primer humano en el planeta, dígase el primer marciano.
Ya en la década de los setenta, Rusia empezó a construir ecosistemas pseudocerrados que albergaran una vida autosuficiente en su interior, en uno de ellos, el BIOS 3 , se consiguió aislar durante 180 días a tres humanos, aunque la "autosuficiencia" no era del todo correcta, puesto que la energía eléctrica y algunos alimentos se importaban desde el exterior, aunque el agua se reciclaba, y el equilibrio entre oxígeno y dióxido de carbono se mantenía por la acción de las algas.
Años después, hacia 1991 se construyó en Arizona la BIOSFERA 2.
Se trataba de un gigantesco ecosistema cerrado, herméticamente aislado del exterior. La estructura, envuelta en vidrio dió cabida a 3800 especies diferentes de animales y plantas, incluyendo un equipo de científicos en su interior.
Entre 1991 y 1993 albergó a 8 personas en su interior, aunque los problemas eran acumulativos, los niveles de oxígeno bajaron peligrosamente, el agua se contaminó y los alimentos no llegaban a la necesidad de consumo y todo ello agravado por las dificultades en la convivencia... y tuvieron que abrir puertas.
Una segunda misión en el 1994 duró seis meses, aunque ya carecía casi de rigor científico y era como una atracción de feria. Hoy el macrocomplejo aparenta las ruinas de un parque temático algo recompuesto.
Otro gran proyecto inspirado en el desarrrollo sostenible fue EDEN, construido en Inglaterra.
Se trata de un auténtico parque temático que bajo unas cúpulas geodésicas alberga dos ambientes diferenciados, uno tropical y el otro mediterráneo.
Es una auténtica "arca de Noé botánica", aunque sin objetivo científico claro con vistas al desembarco marciano.
En algunos parajes de nuestro planeta nos podemos encontrar con auténticas obras de la ingeniería natural, capaces de "crear" unos miniambientes pseudoaislados del exterior y totalmente equilibrados y autosuficientes. Una de estas maravillas es el crater NGORONGORO en Tanzania. Se trata del cráter de un volcan inactivo cuyas altísimas paredes han creado un micromundo en su interior, dando cobijo a unos 25.000 animales.
Conviven en un claro equilibrio monos, serpientes, antílopes, avestruces, rinocerontes, leones, jirafas, elefantes... en unas ubicaciones muy definidas como si de un auténtico zoológico se tratase.
Ya en la actualidad nos encontramos con interesantes proyectos como el MELISSA.
El objetivo principal de este proyecto es la recuperación de biomasa comestible a partir de los residuos, algo así como una importante industría de reciclaje ubicada en una pseudonave espacial, capaz de reutilizar todos los restos, incluidos heces y orinas en materia reaprovechable.
Y POR FIN LLEGÓ EL CIRCO!!!!
MARS 500!!!!!!!!!!
(Continuará)
MARS 500!!!!!!!!!!
Mars 500, también conocido como GHM (Gran Hermano Marciano), todo un proyecto, digno de la mejor cadena mediática, donde durante 520 días, unos indivíduos que cobran un lindo dinero, tendrán que soportarse diariamente, y realizar una serie de actividades, penalizándoles también en caso de que abandonen el experimento.
Ningun rigor científico, tan solo un estudio del comportamiento humano en estados de aislamiento. No hemos de olvidar que todas estas experiencias llevadas a cabo aquí en la Tierra carecen totalmente de un elemento "mental" importantísimo, llamémosle "retorno". Aquí, en los simuladores, en cualquier momento, un equipo entraría al rescate de cualquier emergencia, mientras que en un vuelo tripulado hacia el planeta, nadie, NADIE podría ayudar in situ. Todo lo tendrían que hacer los miembros de la tripulación y ese "Miedo" podría agravar situaciones que aquí no podemos plantear.
Ningun rigor científico, tan solo un estudio del comportamiento humano en estados de aislamiento. No hemos de olvidar que todas estas experiencias llevadas a cabo aquí en la Tierra carecen totalmente de un elemento "mental" importantísimo, llamémosle "retorno". Aquí, en los simuladores, en cualquier momento, un equipo entraría al rescate de cualquier emergencia, mientras que en un vuelo tripulado hacia el planeta, nadie, NADIE podría ayudar in situ. Todo lo tendrían que hacer los miembros de la tripulación y ese "Miedo" podría agravar situaciones que aquí no podemos plantear.
(Continuará)
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