Entre los grandes gigantes de la Era Cenozoica tenemos los grandes proboscídeos mastodontes, como el Mammuthus primigenius o el americanus, que se extendieron en Norteamérica y en la Siberia.
El Mammuthus primigenius o mamut lanudo, estaba adaptado al clima extremo de la edad del hielo, y su tamaño sería como en de un elefante africano actual o quizás ligeramente superior, con unos colmillos gigantescos y curvos (quizás para apartar la nieve y hallar la hierba fresca), con pequeñas orejas y el cuerpo recubierto de un largo pelaje para aislarlo del frío.
Las diferentes especies de Mammuts se extinguieron probablemente entre 50.000 y 10.000 años atrás, aunque existan versiones que mantienen la persistencia de una especie de mamut que pudo haberse mantenido intacta en la tundra siberiana hasta hace unos 3.500 años. De hecho han sido hallados especímenes congelados, con la carne y el pelaje en perfecto estado de conservación.
El primer especimen completo de este animal, fue desenterrado hacia 1806 en Siberia, cerca de la desembocadura del rio Lena.
El gran bosque de Siberia, la taiga, es enorme y se extiende unos 7.700.000 de kilómetros cuadrados, y está prácticamente deshabitado. En las leyendas surgen documentaciones fantasiosas sobre la presencia de estos seres en la actualidad.
Hacia 1581 Timofeyerich, un capitán cosaco informó de la presencia en la zona siberiana de un gran elefante peludo. Los nativos, nada sorprendidos, le comentaron que era algo normal y les llamaban "las montañas de carne".
En 1920, tras otros avistamientos similares por parte de algunos nativos el diplomático francés Gallon encontró las huellas ovaladas en el lodo siberiano de dos posibles mamuts (60 cm de largo por 45 cm de ancho), el ramaje roto en el bosque alcanzaba los tres metros de altura sobre las huellas. Llegó a ver los dos mamuts e incluso disparó sobre ellos.
Últimamente el 28 de octubre de 1981, la noticia en la prensa puso a la comunidad en alerta. Un grupo de cazadores habían avistado una manada de mammuts vivos.
Desde entonces han seguido apareciendo esporádicas informaciones sobre el encuentro con estos gigantescos recuerdos del pasado reciente.
En la actualidad se está trabajando con el ADN tanto mitocondrial como nuclear y cabe la cercana posibilidad de poder conseguir la clonación de ejemplares para repoblar quizás la taiga siberiana, lugar donde aún podrían subsistir estos gigantes lanudos.
El Mammuthus primigenius o mamut lanudo, estaba adaptado al clima extremo de la edad del hielo, y su tamaño sería como en de un elefante africano actual o quizás ligeramente superior, con unos colmillos gigantescos y curvos (quizás para apartar la nieve y hallar la hierba fresca), con pequeñas orejas y el cuerpo recubierto de un largo pelaje para aislarlo del frío.
Las diferentes especies de Mammuts se extinguieron probablemente entre 50.000 y 10.000 años atrás, aunque existan versiones que mantienen la persistencia de una especie de mamut que pudo haberse mantenido intacta en la tundra siberiana hasta hace unos 3.500 años. De hecho han sido hallados especímenes congelados, con la carne y el pelaje en perfecto estado de conservación.
El primer especimen completo de este animal, fue desenterrado hacia 1806 en Siberia, cerca de la desembocadura del rio Lena.
El gran bosque de Siberia, la taiga, es enorme y se extiende unos 7.700.000 de kilómetros cuadrados, y está prácticamente deshabitado. En las leyendas surgen documentaciones fantasiosas sobre la presencia de estos seres en la actualidad.
Hacia 1581 Timofeyerich, un capitán cosaco informó de la presencia en la zona siberiana de un gran elefante peludo. Los nativos, nada sorprendidos, le comentaron que era algo normal y les llamaban "las montañas de carne".
En 1920, tras otros avistamientos similares por parte de algunos nativos el diplomático francés Gallon encontró las huellas ovaladas en el lodo siberiano de dos posibles mamuts (60 cm de largo por 45 cm de ancho), el ramaje roto en el bosque alcanzaba los tres metros de altura sobre las huellas. Llegó a ver los dos mamuts e incluso disparó sobre ellos.
Últimamente el 28 de octubre de 1981, la noticia en la prensa puso a la comunidad en alerta. Un grupo de cazadores habían avistado una manada de mammuts vivos.
Desde entonces han seguido apareciendo esporádicas informaciones sobre el encuentro con estos gigantescos recuerdos del pasado reciente.
En la actualidad se está trabajando con el ADN tanto mitocondrial como nuclear y cabe la cercana posibilidad de poder conseguir la clonación de ejemplares para repoblar quizás la taiga siberiana, lugar donde aún podrían subsistir estos gigantes lanudos.
En el año 2005 surgió la noticia y se destapó la caja de Pandora. ¿Tendremos un parque "cuaternario" con todo tipo de animales cenozoicos y pleistocénicos pastando por la tundra siberiana?