Se bautizó así este yacimiento al estar situado cerca de unas antiguas instalaciones mineras. Algunas piezas excepcionales siguen saliendo tras las lluvias, pero a pesar de ello, la calidad y preservación de los restos es francamente deplorable. Los cunnolites, placosmilias, hippurites y otros restos del atolón coralino tachonan a veces el suelo en vertiginosa cantidad. Considerando la cercanía de la industría minera, es muy posible que este afloramiento haya sido visitado desde "tiempos" por un ejercito de buscadores de piedras y tras la recolección de los mejores ejemplares, nos quedan ahora las ruinas. Fotos.
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4 comentarios:
Yo lo conocía como los "safarejos".Pero creo que nos referimos a lo mismo.
tienes razón, pero es que mi catalán es envidiable. Si ya lo conocías supongo que viendo la foto podrás reconocerlo y ratificar si hablamos de lo mismo ;.) Un saludo Jaume
Efectivamente, es el mismo lugar. A propósito, ¿qué sacaban de la mina?
No lo sé, está todo ruinoso, y aún quedan montículos de escoria...Eso los geólogos debieran saberlo. Salu2.
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